El día
se ha vuelto
una gran pausa,
como si el tiempo
equivocado
se hubiere detenido
sin dejar huella
de ninguno de sus pasos.
Sin color, sin viento,
sin apuros, turbado,
azorado y en silencio,
el cielo respira
en cansado borboteo.
El día
se ha vuelto
una gran pausa,
como si el tiempo
equivocado
se hubiere detenido
sin dejar huella
de ninguno de sus pasos.
Sin color, sin viento,
sin apuros, turbado,
azorado y en silencio,
el cielo respira
en cansado borboteo.