El hueco de la escalera de Marina , es mágico. Además de buenas lecturas y poemas, aloja a un inmenso corazón, que nuevamente me ha concedido un premio. Estoy muy agradecida por ello, y si aún no conocen ese especial espacio, los invito a visitarlo: https://enelhuecodelaescalera.wordpress.com
¡Gracias Marina por incluirme, eres muy generosa y lo agradezco sinceramente! Aquí me Seguir leyendo «The Versatile Blogger Award»
Después de una noche de viento y lluvia, sin saber de dónde, una desgreñada escoba apareció tirada en medio del patio de la señora Pepa. La recompuso y la dejó junto a las que ya tenía; pero cada vez que la necesitó nunca pudo encontrarla.
Doña Pepa era una mujer bajita, risueña, gruesa, que ordenaba su largo cabello plateado en un gran tomate sobre su cabeza, o bien lo recogía en un moño.
Desde que había enviudado vivía en un barrio de las afueras de la ciudad en compañía de sus dos Seguir leyendo «Doña Pepa y Mechas Locas»
Demasiado tarde
ha despertado el viento
todo untado de prisa
ha dejado de ser aire
para disfrazarse Seguir leyendo «Ímpetu y desidia»
Temprano la noche
extiende su tarjeta
invitando a descansar.
Envuelve mis oídos
el bullicio de la lluvia Seguir leyendo «El mismo sonido»
Ha llegado el invierno
empujado por el viento
con su traje mojado,
gris, frío, opaco,
volviéndose eterno.
Hoy regalo todo…
Doy vuelta mis bolsillos
rebusco en mis cajones
ya no más cuadernos ajados
fotos desteñidas
colecciones inacabadas Seguir leyendo «Regalo»
Por el estrecho
camino
donde moran
los verdes pinos
pasó una tarde
mi novel destino.
Tanta era su prisa Seguir leyendo «Sendero»
Barriguitas amarillas,
alegráis las mañanas,
patitas presurosas
en soltaros de las ramas.
Niñitos traviesos,
ovillitos asustados, Seguir leyendo «Chincoles moninos»
Anoche
eché los cerrojos
corrí cortinas
aseguré puertas
impidiéndoles el paso
pero laminados
tercos callados
debajo de las puertas Seguir leyendo «Nuevo cómputo»
No lo digas,
no hace falta
está en el
zumo naranja
sobre la mesa
saludándome
cada mañana.
No lo dices Seguir leyendo «Lo preciso»
Tambaleaban las frágiles hormigas caminando a ciegas bajo la inmisericorde lluvia. Entre sus mandíbulas portaban las provisiones recién rescatadas desde el fondo de sus galerías. Probablemente algunas no cumplirían con el cometido, pero intentarlo resultaba primordial para la sobrevivencia de la colonia.
Quedaban extenuadas después de cada ascenso hasta el nuevo refugio, en el interior de un derruido tronco. Repitieron la faena muchas veces. Luego, mojadas, hambrientas y Seguir leyendo «No hay mal que por bien no venga»
Desde El Cielo 