Chuncho

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Entrada dedicada a este pequeño chuncho (Glauciudium nanum), que es la más pequeña de las lechuzas que habitan en Chile.

Su mirada denota temor, sorpresa, angustia, ruego, desesperación…

El primer horror lo vivió al ser atrapado y mordido por Harry, uno de los seis gatos de la casa. ¡Enhorabuena el  momento en que lo sorprendí con él y pude rescatarlo de ese peligro con la esperanza de poder devolverlo a tu hábitat!

Es una especie protegida.  Eso significa que cuenta con protección legal. Es decir, se prohíbe su caza, tenencia, captura, venta o exterminio. De inmediato nos comunicamos con el SAG (Servicio agrícola y ganadero); pero por ser sábado no atendían (como si los animales no existiesen durante los fines de semana…).

En fin, lo único que logramos fue comunicarnos con un cetrero que nos dio consejos para observarlo y verificar qué tan grave pudo ser la mordida que Harry le causó. Lo mantuvimos en una caja aireada para que no recibiera tanta luz, le dimos agua, pero no quiso comer… Pudo mover y desplegar el ala que parecía inmovilizada y a la que habrían dañado los agudos dientes del gato. Se dejó acariciar y durmió; pero al menor indicio de peligro enterraba sus agudas y encorvadas garras en la mano que lo sostenía y originaba un tac tac muy especial con su pico.

Cuando oscureció, siguiendo las instrucciones del cetrero, lo dejamos en la alta rama de un árbol con la ilusión y esperanza que retornara a su vida normal. Mas, al día siguiente, con pena descubrimos que ya no vivía. Según lo averiguado no puede pasar demasiadas horas sin ingerir alimento y, además, el gato puede haberlo dañado más de lo que pudimos apreciar. Pero nos quedó la alegría de haberlo conocido y de saber que su especie habita cerca de nuestro hogar. 

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25 comentarios en “Chuncho

      1. No te preocupes y no creas que tengo solo gatos. Son tres machos y tres hembras. La primera en arribar acá fue la madre, el resto son hijos (ya están todos esterilizados) y nos han servido mucho para mantener a raya a los ratones (el campo es un hábitat ideal para ellos). Por cierto, viven fuera de casa y me acompañan a donde quiera que vaya, lo mismo que perros y junto con ellos.

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    1. Por supuesto que no se puede culpar al gato; el señor con el que nos comunicamos lo tildó de experto cazador, por haber logrado capturarlo.
      Bien dices, Luna: fue una maravilla apreciarlo así, de tan cerca. Sólo en una ocasión, de los trece años que vivimos acá, al llegar por la tarde a casa pude ver posada sobre la cerca de la entrada a una preciosa lechuza blanca, más grande que este pequeño chuncho que mide como veinte cm, solamente.
      Que tengas una buena semana, Luna. ¡Abrazos!

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  1. Nosotros acá conocimos las lechuzas, había un montón, pero han desaparecido
    Ahora queda algún búho entre las ruinas, también había grajos, urracas, ahora sólo se ve alguna tórtola y los gorriones… Me encantan sus ojos. Un beso Sari, lástima que no sobreviviera.

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    1. Es una pena la disminución de las especies, Julie; ojalá aquí no suceda, porque hay una gran variedad de aves. Las lechuzas no abundan, pero hay.
      Sus ojos eran preciosos y sorprende la característica que poseen de poder girar su cabeza ¡casi en 360 grados!
      ¡Un abrazo grande, Julie!

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  2. Ay, qué ternura de animalito. Me ha dado mucha pena ese miedo suyo final. Ya sé que es así la vida y la naturaleza pero…pobrecito.
    Solo he visto una vez una lechuza, estaba dentro del hueco de un árbol perfectamente camuflada.
    Un beso, Sari

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  3. Aunque cada animalito responde a sus instintos. No podemos evitar sentir una profunda pena cuando vemos como se pierde una vida. Tenemos la suerte de ver vida salvaje muy cerca. Corzos, jabalíes, zorros, lechuzas, murcielagos, mirlos, cuervos, erizos y… gatas. Jajaja. Un abrazo.

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  4. ¡Qué ternura, Sari! soy gran amante de los animales, y todo lo relacionado con ellos me pone tierna, demasiado incluso. Pero es normal que los gatos cacen y hasta mi perra Yeni va detrás de los gorriones persiguiéndolos, y yo detrás de ella para que los deje en paz… menos mal que vuelan.
    Es precioso ese chuncho, tiene unos ojos, con ese amarillo tan limpio, que parecen esos que se ponen a los peluches y a las muñecas antiguas.
    Abrazos.

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    1. De verdad era hermoso y tierno. Se quedaba muy quieto cuando mi hija lo acariciaba y muy alerta ante un ruido o movimiento inesperado. Fíjate que desde que están los gatos, ya no vienen tantos picaflores. Siempre están intentando cazar cualquier presa.
      ¡Un abrazo grande, Estrella!

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    1. Lo tengo claro y es por la misma razón que tenemos varios gatos para mantener a raya los ratones que siempre abundan en el campo. Hay unos llamados colilargos que transmiten el virus hanta y desde hace unos años hay una permanente campaña para evitar el contagio. A pesar de ello, han seguido produciéndose casos.

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