En mitad de la noche

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En mitad de la noche

cesa la lluvia

se detiene el viento

el astuto silencio

se vuelve zorro invisible

en misterioso rastreo.

En mitad de la noche

un gallo desvelado canta

brinca contento un conejo

desde la nada percibo

bajo mis párpados

el baile de los sueños.

En mitad de la noche

una lechuza ofuscada

regresa al nido

por sus garras filosas

escapa el dolor

del estómago vacío.

En mitad de la noche

el canto estridente

de un treile asustado

inquieto en el nido

rompe el hechizo

tristes aúllan los perros.

En mitad de la noche

extenuadas las horas

bostezan y aguardan

cesa el croar de las ranas

los gatos acechan

el reloj no descansa.

* El treile o queltehue es un ave zancuda de Chile, que vive en los campos húmedos y anida entre el pasto. 

40 comentarios en “En mitad de la noche

  1. Como leí en algún lugar, la noche es oscura y alberga horrores, pero la tranquilidad que transmite es algo único. Y como bien dicen tus letras en mitad de la noche un sonido se multiplica por mil y cualquier gemido es un aullido a la luna.
    Fantásticos versos mi querida amiga.
    Besos.😘😘😘

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  2. No llegó aún a la mitad de la noche en Santiago de Chile, pero con tus versos me preparo para encontrar la armonía que dejan tus versos. No escucharé el canto del treile porque habitan en la región del Chiloe, algo lejos. Solo la melodía de tu poema basta para apreciar tu inspiración. Saludos.

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    1. Pues estamos a la misma hora, solo que algunas regiones más al sur. Aquí, en la Araucanía, abundan los treiles en el campo. Ojalá sean buenos tus días por estas tierras y alguna vez puedas conocer más territorio.
      Es un agrado saber que te gustan mis versos, Manuel.
      ¡Un abrazo!

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    1. ¡Gracias, Paloma! Los treiles o queltehues producen un sonido fuerte y son muy celosos de sus nidos. Cuando se ven amenazados por la cercanía de algún animal o persona, realizan vuelos cantando e intentando golpear con sus alas. Los gatos provocan comúnmente su enojo, por aquí.
      ¡Un abrazo!

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    1. ¡Gracias, Luna! Creo que les debo una foto de los treiles. Hay una pareja viviendo cerca de la casa, pero en cuanto me acerco comienzan a cantar muy fuerte y a volar amenazantes para hacerme desistir. Es probable que ya tengan polluelos.
      El poema surgió una noche de gran temporal, donde de pronto desperté percibiendo que había cesado la lluvia y el viento.
      ¡Un abrazo grande!

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    1. ¡Ay, Elia! Tanto tiempo este comentario aquí y yo sin responderlo…😯😓 Bien dices que la noche nos trae sonidos que asustan, otros que se disfrutan y otros que nos ponen en alerta, especialmente si estamos solos. Lo más sano entonces será dormir, ¿verdad? 😀😀😀
      ¡Abrazos!

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  3. Una virgo lunática

    Aunque siempre he vivido cerca del mar, ahora más que nunca, he pasado temporadas en plena montaña y he oído toda clase de sonidos, algunos incluso me daban un poco de miedo jaja.
    Es mi manera de decir que me gusta, aunque creo que ya lo sabes.
    Un abrazo.

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  4. Me da mucha alegría saber que te ha gustado, Tin. Agradezco tu visita y comentario.También a mí me encantan tus versos, aunque no siempre los comprendo del todo. Creo que guardas un dolor grande y profundo; en más de una ocasión he sentido esa sensación luego de leerte.
    ¡Un abrazo muy grande para ti!

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