Me ha gustado mucho este poema inspirado en el «Día internacional contra la violencia de género». Ojalá llegara el día en que no haya necesidad siquiera de citarlo, aunque la realidad nos muestra que estamos lejos de lograrlo; en que nos respetemos unos a otros y los conflictos se transformen en diálogos que acaben siempre en paz.
No somos labios en la pared
ni cuerpos en los anuncios.
No somos la madre de tus hijos
ni el poema bonito de verso vacío.
Somos la otra mitad del mundo.
No queremos tu otoño de esquinas rotas,
ni el despertar en paraísos de hastío
ni ser el silencio cómplice de los árboles desnudos.
Queremos ser el viento
que cierra las puertas al patriarcado.
Estamos hartas de tu violencia
hartas de tus sueños de lobo
harta de tu machismo .
Hemos venido a cambiarlo todo,
no queremos ser sólo un día en un calendario.