No soy más
que una pequeña sombra
de la más difusa de mis formas
ensimismada vacía e inmóvil
cual mariposa de insectario
con alas secas y opacas
esperando miradas
intrusas e invasivas.
No soy más
que un borroso trazo
en un olvidado cuaderno
de blandas hojas traposas
esperando un clic
el destello de una bombilla
en alguna frágil memoria.
Pero soy, estoy, existo,
sombra, trazo, ilusión,
¡qué importa!
Inspiro, espiro,
no más esperas,
avivo mis cenizas,
resurge el fuego.
Saricarmen, eso es lo mas importante, estamos y mientras estemos somos capaces de comernos el mundo. Un beso.
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¡Mientras estemos en nuestros cabales, Elia!
Felizmente no hay un momento ni día igual a otro y podemos superar aquellos de congoja, desazón o desánimo.
¡Un gran abrazo, Elia!
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Otro inmenso para ti Saricarmen.
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Vaya poema, Sari! Intenso, potente. Me ha encantado!
Abrazos!
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¡Qué bueno, Claudia!
¡Besos!
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Nuestra vida es como un libro sin final escrito. Hoja a hoja se va llenado de alegrías, tristezas, ilusiones y desengaños, pero merece la pena seguir escribiendo.
Un abrazo.
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¡Toda la razón, amiga! Aunque a veces uno se pregunta si vale la pena vivir demasiado.
¡Abrazos!
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Cada día se abre el telón
empieza la función…
y aunque la vida nos duela
el camino nos espera.
Muy buen poema, Sari, te superas cada día. Me encanta. Un abrazo.
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Existir, sentir, eso es lo que importa, dejar huella de nuestro paso por el mundo es imprescindible, y tú eres tan importante que en tus versos te harás eterna, aunque ahora te sorprenda… Besos a tu lindo corazón.
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