“Perdí las llaves de mi depósito de palabras (¿las tuve?). Las enlazo a una idea, pero hasta las más comunes huyen. ¡Caramba! La necesidad de comunicarme se reducirá al mínimo. Seré un usuario lexical silencioso, sin interlocutores, condenado al ostracismo en eterno monólogo”. Cerró el cuaderno y llamó: ‒¡María! ¿Tráeme un té con…con… ¡Diablos!, no puedo nombrarlas… ‒Aquí está su té con tostadas ‒dijo ella entrando.
Esta es mi participación en el https://adellabrac.es/reto-5-lineas/
Palabras a incluir: necesidad, llaves y usuario.
Desde El Cielo 
Uy, la memoria, ese tesoro tan maravillosos que se pierde cuando menos te lo esperas… Guarda las llaves, Sari. No las pierdas. Un abrazo fuerte🥰
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A diario intento mantener las llaves a mano, pero las palabras se las ingenian para huir como peces desde las manos… 😟
Otro abrazo de vuelta, Aurora!
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Muy real, muy auténtico, Sari. Nuestra memoria se cae, a veces, tropieza… pero hay que seguir luchando por recordar por no perder las llaves. Un abrazo y siempre mi admiración y cariño.
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¡Gracias Julie! Asusta un poco que suceda, pero como dices, hay que seguir asiendo ese llavero mágico que permite conectarnos con el resto.
¡Un abrazo grande, Julie!
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Ya veo que pudiste encontrar las palabras adecuadas para hacer un estupendo micro. hasta las tostadas aparecieron. Saludos Sari en esta tarde super calurosa por Santiago.
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Buscar una idea principal e incluir las palabras de forma natural es siempre un desafío atractivo.
Lamento lo del calor, Manuel. Santiago generalmente adelanta su verano. Por aquí tuvimos un día más fresco.
Un abrazo.
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Y tu dominas a la perfección esos retos. Saludos
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Nunca tanto, Manuel.
Que tengas un buen domingo!
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Me encanta, Sara.
¡Muy bueno!
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Me alegra que te guste, Marisa!
Un abrazo.
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Hola Sari, un relato cortito, muy original, con una pizca de humor. Te quedó redondo. Saludos.
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Hola Ana, muchas gracias! Tiene cercanía con lo que suele ocurrirnos a los más cargados de años…🙁
Un abrazo.
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Me parece muy angustiosa la idea de quedarse sin palabras, condenado al «eterno monólogo». Por suerte, suelen perderse solo a ratos, se nos despistan pero vuelven.
Al menos por el momento.
Abrazo, Sari.
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Creo que es angustiosa solo hasta que dejemos de percibirlo. Luego, si llegan a abandonarnos definitivamente, quizá ya no tendremos conciencia, nos habremos ido con ellas.
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