Cada día, al regresar del trabajo, su mirada indiferente encogía mi corazón. Mis abrazos, caricias y palabras suaves no la cambiaban. ‒¿Quién es usted? ¿Qué hace aquí? ‒preguntaba a cada instante. ‒¡Madre, mírame, soy yo!‒ Ella volvía los ojos hacia sus manos y se refugiaba en un mundo totalmente ajeno a mi realidad.
Hoy, esos momentos no están; solo puedo recordar.
Esta es mi participación en https://surcaletras.com/reto-de-escritura-5-lineas-junio-2022/
Palabras a incluir en junio: mundo, indiferente y trabajo.
Desde El Cielo 
¡Y que duren los recuerdos y no se nos borren! Un abrazo fuerte, Sari🥰
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Con los recuerdos antiguos no hay problema, pero los recientes… Ay, hacen sufrir.
¡Un abrazo Aurora!
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Una terrible consecuencia de la edad. Algo que devora la memoria sin dejar rastro
Un abrazo.
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Y nos genera una gran incógnita, a mí me sucede.
Otro abrazo de vuelta.
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Un relato muy bien escrito con un tema doloroso y real. Saludos.
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Hola Ana!
Que tú digas que lo encuentras bien escrito, me infla el ego 🙂
Y sí, es tan doloroso ir palpando cómo, poco a poco, van pareciendo ser otra persona, no la que siempre conocimos. Aunque la esencia misma no cambia, se conserva. Y cada vez seremos más los ancianos y no sabemos qué capacidades iremos perdiendo.
Un abrazo con mucho afecto, Ana!
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Muy triste, Sari.
Parte de esta vida que se prolonga en cantidad de años pero no siempre en calidad.
Has llegado a la perfección a ese sentimiento con muy pocas palabras.
Beso y abrazo.
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¡Qué generosa eres, Paloma, gracias!
En particular, no me gusta cuando alguien suele decirme «que vivas muchos años más»; me inquieta. Creo que nadie quiere llegar a convertirse en una carga para otros.
¡Otro abrazo de vuelta!
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Algo paradójico es que el olvido está tan lleno de memoria que a veces no caben las recuerdos. Estoy de acuerdo que no deberíamos vivir más de la cuenta cuando asumimos que ya hemos disfrutado de la vida. Tu reto nos llama a una sana reflexión porque tus palabras llegan al interior limpiamente. Saludos Sari.
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Me alegra que te haya «llegado» el micro, Manuel.
Cuando vamos envejeciendo se vuelve importante reflexionar al respecto; pero no tenemos la llave mágica para anticiparnos al cómo ni cuánto viviremos.
Un abrazo!
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Esa sí es una gran verdad. Todo puede suceder.
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