Crea un microrrelato o poesía (máx 100 palabras) inspirándote en la carta.
En tu creación debe aparecer la imagen del dado: un bosque.
Opcional:
Que en la historia aparezca una pista de aterrizaje.
¿Quién la querría?
No era la pista perfecta; pero hubo de aterrizar junto a un espeso bosque, pues necesitaba urgentemente dormir. Abandonó el helicóptero, se tendió bajo una sombra y ni bien respiró profundo se durmió. Enseguida volvieron las imágenes de ese sueño tan recurrente: él, pequeño, pisoteando sus juguetes alcanzando el macetero con esa hermosa flor roja que le robaba una sonrisa a su madre cuando la dejaba junto a su cama. Su madre; su querida madre: pálida, ojerosa, delgadísima, mirándolo con infinita tristeza por algo que no lograba comprender…
Un día encontró su cama vacía… ¿Quién querría ahora su flor?
Esta es mi participación de febrero en el reto Escribir jugando del blog de Lídia
´Me parece un micro precioso Sari. Te felicito. Besos.
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¡Gracias, Julie! Un poco triste, pero me alegra que te guste.
Que tengas una buena semana. ¡Besos!
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Precioso, Sari. Y buen título. 😉
Un besote
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¡Qué buena amiga eres!😊😊😊 ❤
¡Besos también para ti!
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Ay, qué triste. Muestras muy bien esa inocencia de la infancia que tan fácil se pierde… Tu micro es bello y duro al mismo tiempo.
Muchas gracias por participar, Sari. Te mando un abrazo enorme 🙂
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Algun suceso triste debe haber marcado la infancia del personaje y sería el originador de ese sueño recurrente, sin ser necesariamente igual a lo experimentado. No siempre me resulta fácil inspirarme con las imágenes de las cartas, pero ya ves: he participado.
¡Un gran abrazo, Lídia!
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Cada mes el reto de Lídia introduce un aspecto distinto al que la imaginación responde. Es un relato triste y lleno de emociones. Enhorabuena. Un abrazo.
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Las imágenes de las cartas, para mí, constituyen lo más complicado del reto y es un gran desafío para mi imaginación. Sí; resultó triste esta vez. ¡Gracias Carlos!
¡Un abrazo!
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Los traumas de la infancia terminan siendo recurrentes toda la vida. Es un cuente precioso, real como la vida misma.
Un abrazo.
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¡Gracias, Estrella! Dicen que la infancia nos marca, deja huellas y no siempre somos conscientes de ello.
¡Otro abrazo de vuelta!
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¡Qué bonito y qué triste! Me ha encantado tu relato.
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¡Gracias Isabel por pasarte por aquí y comentar! ¡Eres bienvenida! Me alegra que te haya gustado.
¡Un abrazo!
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Pingback: EJ: Creaciones participantes | El Blog de Lídia
Es increíble cómo con tan pocas palabras has logrado una atmósfera tan triste y tierna a la vez.
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¡Gracias, Scraptella! Escribo el texto, luego voy «podando» hasta ceñirme a la cantidad de palabras sin salir de la intención de la historia.
¡Gracias por leer y comentar!
¡Un abrazo!
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Muy hermoso, escrito con sensibilidad y ternura. Me encanta tu amor por los detalles, esos que hablan de lo más humano y auténtico de nosotros mismos. Muy, muy bonito
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Muy hermoso. Creas imágenes con una facilidad pasmosa. Un abrazo Sari
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¡Gracias Eva! No siempre es fácil, pero lo intento.
¡Otro abrazo!
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Oh qué tristeza Sari, un niño sin madre…
Yo soy adulta y no sé aún comprenderlo, ¿cómo lo hará un pequeño?
Todo lo que escribes es muy bello.
Un abrazo amiga!
Feliz domingo🌹💝
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Es una situación muy dolorosa, más para un niño y, probablemente dependerá de su edad llegar a entenderlo y no considerarlo como un abandono. Bien triste me resultó este micro, lo sé.
Me alegro que te haya gustado, Yvonne. Disculpa mi atraso en responder, me deseaste buen domingo y ya es martes…😰
¡Un fuerte abrazo!
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