Quiero un pañuelo gigante donde arrollarme toda
cerrar los ojos y abandonarme.
Quiero un pañuelo gigante que contenga mis penas
para ventearlas en el aire. Seguir leyendo «Quiero un pañuelo»
Quiero un pañuelo gigante donde arrollarme toda
cerrar los ojos y abandonarme.
Quiero un pañuelo gigante que contenga mis penas
para ventearlas en el aire. Seguir leyendo «Quiero un pañuelo»
Atrapada
en la luz
de tu mirada
dulce
tímida
suave
ingenua
sencilla,
y delicada.
Sonrió
la primavera Seguir leyendo «Asombradas»
Sueño una paz de luna
que permita recogerme
a mi bajel,
navegar río arriba
río abajo
saboreando mi vaivén. Seguir leyendo «Sueño paz»
Ayer, viajando a la hora del crepúsculo y a contraluz, el horizonte se convirtió en un enorme, iluminado y sereno lienzo de tonos naranja. En la vera del camino claramente destacaban las siluetas grandes y pequeñas, los ramajes, los troncos de los árboles… Seguir leyendo «Haibun (#5)»
Canción de Víctor Jara interpretada por Isabel Parra. Seguir leyendo «Lo único que tengo»
Víctor Jara nació en Lonquén, Chile, un pequeño pueblo campesino, cercano de Santiago. Su padre, Manuel, era labrador y su madre, Amanda, realizaba diversos trabajos menores. El padre de Víctor era alcohólico, lo cual generaba innumerables peleas que terminaban inevitablemente con el padre golpeando a su mujer. Seguir leyendo «La luna siempre es muy linda»
Ayer la invitación fue evidente, inevitable, ineludible. Llegó clara y reluciente bajo un limpísimo cielo azul, acompañada de una amigable brisa.
La poderosa fuerza del renacer sacudía los letargos. Animada y curiosa observé los inquietos asomos del fluir de la vida disponiéndome a participar del juego. Me dejé llevar por el pausado respirar de la tierra. Introduje mis manos en su blanda mansedumbre perfecta para asirla, para sentir sus frescos grumos en mis palmas, para disfrutar del roce húmedo sobre mis torpes dedos; recibiendo así la presencia luminosa del sol en un bello día de anticipada primavera. Se aferrarán a su nueva acogedora morada y así surgirán, como por encanto, otras nuevas plantas.
Todo sabía a nueva vida bajo el inmaculado cielo, mientras las horas como diminutas avecillas alegres y despreocupadas, entre las flores bailaban.
A tierra fértil
llega la primavera.
Canta el arroyo.
Pequeño planeta blanco
sublime y apetitoso
asido a los hualles absorbes
la fragancia de los bosques.
Tu sabor inexplicable
grita al alma, Seguir leyendo «Oda al digüeñe»
El digüeñe o dihueñe (Cyttaria espinosae), es un hongo comestible de color naranja-blancuzco, de estructura globosa y endémico del centro-sur de Chile.
Es un hongo parásito en las ramas de hualles y robles. Su recolección se produce a partir de septiembre hasta noviembre, dependiendo de la zona y las condiciones necesarias de sol y humedad que requiere para su desarrollo.
El digüeñe habitualmente sólo era consumido crudo, en ensaladas o frito, revuelto con huevo. Sin embargo, actualmente las dueñas de casa han creado diferentes e ingeniosas formas de cocinarlo. Tanto así, que en la ciudad de Cunco _cercana a mi sector_ se estableció la semana gastronómica del digueñe destinada a explorar y explotar las cualidades culinarias de este hongo.
Baño mis ojos en el azul del cielo oculto durante tanto tiempo tras las nubes invernales. De pronto, el gracioso vuelo de unas pequeñas avecillas me aparta del inefable momento. Agudizo mis sentidos y descubro que ellas han vuelto. ¡Sí! Son ellas; las alborozadas y alegres golondrinas, mensajeras de la primavera que se apronta a llegar. ¿Qué duda cabe? ¡Ninguna! El invierno ya se comienza a marchar.
Huele a violetas,
de vuelta el invierno.
Trinos y cielo.
La lluvia vuelve
ulula la lechuza.
Noche de invierno.
Articulista busca:
copuchentos,
diácono estiloso,
filósofo guitarrero,
higienista inmundo, Seguir leyendo «Abecegrama»
Como castillo de naipes a merced del viento volaron sus esperanzas. El mensaje decía: Texto no se ajusta a los requisitos; además no incluye copia impresa solicitada esta vez. Su astucia los salvaría; aún restaba tiempo. Releyeron, acortaron e imprimieron. ¡Ahora sí! Nerviosos cruzaron la vía mirando sin ver. Luego de sentir el brutal impacto en sus cuerpos, en la acera quedó tirada una carpeta que decía: Reto 5 líneas-septiembre 2017.
Esta entrada es para participar en el Reto 5 líneas del blog de Adella Brac.
Una tarde la araña Teodocia quedó muy disgustada, porque un impetuoso mosco azul rompió su telaraña.
Paciente y arduamente trabajó largas horas rehaciéndola; hasta que rendida y hambrienta se durmió. De pronto, un tirón de su pata unida al tejido, la despertó.
_¡Por fiiiin! Seguir leyendo «Por poco»