No soy un robot

helecho

No soy un robot, me lo hizo notar este año. Me estrelló y quedé dando unas cuántas vueltas de campana. Sin embargo espanté el miedo, recordé que junto con nacer también venía mi boleto de término, nada más natural. Pero debo reconocer que me sacó de lo habitual; me regaló incertidumbre, desazón; me sacó de mi zona cómoda; formó una bola con los hilos que tejen las palabras y ahí quedaron prisioneras; por más que deseo plasmar emociones, no me deja rescatarlas. 

Pero sigo aquí, a mi alrededor todo continúa viviendo, lo mismo que ustedes, amigos de este blog. El invisible malvado que llegó para darnos guerra no puede contra los buenos sentimientos, no puede evitar que les diga lo mucho que los valoro, que disfruto y aprecio las lecturas de cada uno y que, a pesar de las ausencias, siempre habrá un instante que nos permita comunicarnos.

¡A revitalizar el amor para recibir el nuevo año con el corazón lleno de esperanza!

¡Todo lo mejor para cada uno de ustedes y para todas las personas del planeta!

¡Un gran, sincero, y afectuoso abrazo!

 

 

Un cartero decidido

logo-reto-de-escritura-5-lineas

Ilusionado vivió la primera Navidad  en su nuevo trabajo. Después, cuando pasaron tantas, de solo imaginar la avalancha de cartas y paquetes a repartir le dolía cada músculo por adelantado. «Es el momento justo y especial para mi retiro. Me pone enfermo ver unos pocos sobres con tarjetas y las bodegas casi vacías. Todos portan un cartero personal en algún bolsillo. Soy prescindible. Ni los Reyes Magos me harán desistir; estoy decidido».

Esta es mi participación en https://comunidadcincoliniera.com/reto-de-escritura-5-lineas-diciembre/

Palabras a incluir:  avalancha, especial y enfermo.

Nuevo habitante para el palacio

Participación en el reto Escribir jugando https://lidiacastronavas.wordpress.com/2020/12/01/escribir-jugando-diciembre-3/

Lídia diciembre      Lídia-dic-dos

Apareció una mañana tirado sobre la arena empuñando una pala, con enmarañada barba roja y sin pata de palo. Los nativos lo creyeron escapado de un cuento, o bien, tan real como las rocas. Espiaban sus movimientos y cuando dormía le llevaban comida. Al cabo de unos días comenzó a cavar incansablemente. Con gran asombro vieron asomar las paredes del Palacio de las Mareas y se asustaron muchísimo. Un sonido metálico detuvo la pala del pirata. ─¡El tesoro! ─gritó enardecido. Al instante oscureció. El mar, furioso, se apoderó de la playa. Solo quedó la selva y su gente para recordarlo.

100 palabras.

 

LA MUJER PAJARO — pildoras para soñar

Ana Laura Piera es una escritora muy talentosa que descubrí hace poco a través del reto Escribir jugando, de Lídia. Comparto aquí un precioso cuento de ella.

Cuento corto, original. Photo by Ava Sol on Unsplash Amanecì gorjeando…y no se trata de prosa poètica. Amanecì gorjeando como un ave. No me dì cuenta al principio, como siempre, yo comencè a repartir òrdenes e instrucciones a diestra y siniestra, “¡vìstanse!, ¡ya es hora!”, “¡no dejen la ropa tirada!”, “¿se lavaron los dientes?”, “¿Alfredo, […]

LA MUJER PAJARO — pildoras para soñar

Siempre habrá

espigas

Como en todo lugar, siempre habrá alguien intentando sobresalir sin importarle cómo, y usando cualquier medio o forma para conseguirlo; pero no son los únicos casos. También siempre habrá alguien obteniendo ese lugar destacado gracias a sus méritos y capacidades, sin necesidad de ir dejando heridos por el camino. En todo caso, fue lo primero que me vino a la cabeza, cuando al salir me sorprendieron esas espigas tan altas destacando entre el verde trigal junto a mi casa.